El presidente de Afganistán culpa a la «abrupta» retirada de EE.UU. del deterioro de la seguridad en el país
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ha culpado del deterioro de la seguridad en el país a la retirada «abrupta» de las tropas de Estados Unidos.
Los talibanes han librado una ofensiva abrumadora en todo Afganistán desde que las fuerzas estadounidenses y de la OTAN anunciaran su salida del país a principios de mayo, tomando decenas de distritos rurales y despertando temores de que el Gobierno entre en crisis.
«La razón de nuestra situación actual es que la decisión se tomó de forma abrupta», aseveró Ghani, citado por AFP, al presentar este lunes su plan de seguridad ante el Parlamento afgano, donde agregó que había advertido con anterioridad a Washington de que la retirada tendría «consecuencias».
En las últimas semanas, el avance de los talibanes se ha intensificado y sus militantes incluso llegaron a afirmar haberse hecho con el control de más del 90 % del territorio afgano. Por su parte, Kabul desmintió estas afirmaciones y restó importancia a los avances conseguidos por los insurgentes este verano, señalando que carecen de valor estratégico, pero sin lograr revertir su ofensiva.
En ese sentido, el presidente afgano dijo que las autoridades habían elaborado un plan para frenar a los talibanes, asegurando que la situación en la nación devastada por la guerra estará «bajo control dentro de seis meses». Asimismo, reconoció que los talibanes ya no eran un «movimiento disperso e inexperto».
Después de su discurso, ambas cámaras del Parlamento emitieron una declaración conjunta expresando su respaldo al plan de seguridad de Ghani. Asimismo, los legisladores declararon su apoyo «firme» a los derechos humanos y de las mujeres, la libertad de expresión y al Ejército Nacional Afgano, «que sacrifica sus vidas por la nación».
En respuesta, el grupo talibán emitió una declaración a los medios, calificando las declaraciones del mandatario afgano de «tonterías» y advirtiendo a Ghani de que «su tiempo se acabó», reseña Al Jazeera.
«Estaba tratando de controlar su propio mal estado [mental] y sus errores», aseveraron los insurgentes en un comunicado. «La nación ha decidido enjuiciar a los traidores nacionales y llevarlos ante la Justicia. Declaraciones de guerra, hacer acusaciones y proporcionar información falsa no pueden prolongar la vida de Ghani», concluyeron.
