LA CIENCIA TRAE DE VUELTA AL LOBO TERRIBLE: REVIVEN A DEPREDADOR EXTINTO HACE 10,000 AÑOS.

Ciencia y Tecnología. En un avance que parece sacado de una película de ciencia ficción, científicos han logrado revivir al “lobo terrible” (Dire wolf), un depredador extinto hace más de 10,000 años. Utilizando las herramientas más avanzadas de la genética moderna, los investigadores han abierto una puerta sin precedentes al pasado de la evolución.
UN DEPREDADOR DEL PASADO, HOY MÁS CERCA DEL PRESENTE
El lobo terrible, famoso por su tamaño y fuerza, habitó América durante la era del Pleistoceno, pero desapareció tras la última Edad de Hielo. Sin embargo, su legado permanecía en fósiles conservados en pozos de alquitrán, como los de La Brea, en California.
Al secuenciar el ADN de estos restos, los científicos descubrieron que no era simplemente una versión más grande del lobo gris moderno, sino que pertenecía a una rama evolutiva completamente diferente, lo que rompió paradigmas sobre su linaje.
CÓMO LO LOGRARON: LA CIENCIA DETRÁS DEL RENACIMIENTO
El equipo de investigadores utilizó la revolucionaria técnica de edición genética CRISPR para insertar fragmentos genéticos del lobo terrible en embriones de cánidos actuales, como coyotes y lobos. El resultado: crías con características físicas y genéticas similares al legendario depredador prehistórico.
A pesar de que no es una “resurrección” completa, este paso marca un avance histórico en la biotecnología, la genética evolutiva y la bioética.
¿ES ÉTICO TRAER DE VUELTA A ESPECIES EXTINTAS?
Este tipo de experimentos ha desatado intensos debates entre científicos, conservacionistas y defensores de los derechos animales. Mientras algunos celebran el hito como un paso hacia la preservación y estudio de especies antiguas, otros advierten sobre los riesgos ecológicos y morales de “jugar a ser Dios”.
¿QUÉ IMPLICACIONES PODRÍA TENER PARA EL MUNDO Y PARA EL SALVADOR?
Aunque este tipo de investigaciones se lleva a cabo en laboratorios de países desarrollados, sus implicaciones éticas y científicas son globales. El Salvador, como parte de la comunidad científica internacional, deberá abrir espacios de discusión sobre los alcances de la ingeniería genética y su impacto en la biodiversidad futura.
