EL PAPA FRANCISCO MEJORA EN SU SALUD Y EL EQUIPO MÉDICO RETIRA EL PRÓNOSTICO RESERVADO.
El equipo médico que atiende al Papa Francisco ha decidido retirar el pronóstico reservado sobre su estado de salud tras constatar que “las mejoras registradas en los últimos días se han consolidado aún más”.
El Pontífice, que lleva 25 días ingresado en el Hospital Gemelli de Roma por una neumonía bilateral, sigue presentando un “cuadro clínico estable” y continúa respondiendo de manera positiva a la terapia antibiótica.
Según el último parte médico emitido este lunes, “los análisis de sangre, la evolución clínica y la buena respuesta a la terapia farmacológica confirman este progreso”.
“Debido a esta evolución favorable, los médicos han decidido disolver el pronóstico sobre su estado de salud”, agrega. Sin embargo, debido a la complejidad de su cuadro clínico y a la «importante infección» polimicrobiana con la que ingresó el pasado 14 de febrero, los médicos han descartado por el momento su regreso al Vaticano.
“El Pontífice deberá continuar durante algunos días más con la terapia médica en el hospital”, señala el último boletín médico. Aunque los signos de mejoría son evidentes, los especialistas del Gemelli, liderados por el doctor Sergio Alfieri, mantienen la prudencia y advierten que el riesgo de nuevas crisis respiratorias aún no se ha superado por completo.
Por esta razón, el Papa Francisco sigue durmiendo con un aparato de ventilación mecánica y, durante el día, usa cánulas de oxígeno de alto flujo para ayudar en su respiración. En los próximos días, los médicos evaluarán posibles cambios en los dispositivos de asistencia respiratoria. A pesar de su convalecencia, el Papa Francisco se ha mantenido activo.
En este sentido, ha seguido, por segundo día consecutivo y a través de Internet, las meditaciones de Cuaresma impartidas a los cardenales de la Curia Romana en el Aula Pablo VI del Vaticano por el predicador de la Casa Pontificia, el fraile capuchino Roberto Pasolini.
Las sesiones han sido retransmitidas en directo desde el Vaticano, un hecho inédito hasta ahora. El Santo Padre de 88 años ha alternado su jornada entre la oración, el descanso, la terapia antibiótica y la fisioterapia, tanto motora como respiratoria.
El tono de este último informe médico es mucho más optimista que el de la semana pasada, ya que desde el 3 de marzo no ha experimentado nuevas crisis respiratorias.
