ASESINATO O ACCIDENTE: MUERTE DEL PROFESOR KIKE EN EL CHINTONTEPEC ES UN MISTERIO TOTAL.

El proceso de búsqueda del profesor Enrique Aguilar Peña en el volcán Chichontepec tiene versiones contradictorias entre cuerpos de socorro y la Policía. A esto se añade la reserva de la información impuesta.
El miércoles 16 de abril de 2025 el profesor Enrique Aguilar Peña emprendió una caminata hacia el volcán Chichontepec, en la zona de Zacatecoluca, La Paz Este. Estacionó su vehículo frente al Instituto Nacional José Simeón Cañas, donde laboraba como docente, y subió con un grupo de compañeros. Fue la última vez que se le vio.
Según uno de los participantes, al finalizar la jornada Enrique decidió alejarse del grupo y bajar solo por un sendero diferente. “Dijo que prefería bajar por la zona del CECOT, que era más directa. Lo vimos alejarse y no supimos más de él”, relató.
Al día siguiente, jueves 17 de abril, se activó un amplio operativo de búsqueda. Participaron agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), la Fuerza Armada, cuerpos de socorro, binomios caninos, drones y hasta guías locales.
Ese día, durante uno de los primeros recorridos, se localizó una mancha de sangre, la cual fue enviada para análisis, pero los resultados no fueron compartidos con los rescatistas.
El viernes 18, a unos cinco kilómetros al norte del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), el grupo de búsqueda encontró estructuras de cemento y ladrillo, que según ellos parecían tumbas.
Además, hallaron unas botas de hule y una calzoneta similar a la que vestía el profesor, según las imágenes que circularon en redes sociales. También documentaron casquillos de bala oxidados y señales de que alguien había estado ahí recientemente, además de un “fuerte olor”.
Pese a estos hallazgos, los rescatistas recibieron órdenes de no continuar. “Nos dijeron que por instrucciones de Inteligencia Policial no podíamos bajar a inspeccionar. Desde ese momento se suspendió la búsqueda en ese sector”.
Un policía que participó en el operativo confirmó a este medio que esa zona fue retomada después por unidades especializadas que llegaron desde San Salvador.
La posibilidad de que Enrique haya sido víctima de un delito no es descartada por la familia, pues afirmaron que años atrás fue amenazado por pandillas, lo que lo obligó a solicitar su traslado del Instituto José Simeón Cañas hacia una escuela en San Salvador. Con el tiempo, regresó a Zacatecoluca.
El martes 29 de abril, durante una reunión de la Comisión Municipal de Protección Civil en relación a la búsqueda del profesor, la alcaldesa de La Paz Este, Marcela Pineda, informó que el caso fue finalmente entregado a la fiscalía general de la República (FGR) y a la PNC.
Socorristas que participaron en la búsqueda sostienen que las estructuras que ellos encontraron durante los primeros días no fueron excavadas y lamentan que los indicios hallados no fueron investigados a fondo, como ellos pidieron. “Ese lugar huele a muerte. Por mi experiencia, ahí hay un cementerio clandestino”, sentenció uno de ellos a LA PRENSA GRÁFICA.
Además, allegados a la familia de Enrique mencionaron que las autoridades les habrían sugerido no hablar del caso con los periodistas.
